Si no sabes qué es un cajón de imprenta, o no entiendes muy bien qué se hace con él, échale un vistazo a esta entrada para llenarte de inspiración y (como me pasó a mí), no entender muy bien cómo es posible seguir viviendo sin uno en tu vida.
Bien, pues después de todo este tiempo y con sus altos, sus bajos, sus bajadas al trastero, sus puntillas, compras, sus vueltas al trastero y de nuevo al cuarto de costura, ya te lo puedo enseñar listo para presidir mi habitación de jugar (como dice mi Rosa).
No puedo estar más orgullosa de esta labor. Me encanta cómo ha quedado, me lo he pasado muy bien haciéndola y creo que es un fiel reflejo de mí.
Tiene un poco de todo: crochet, punto de cruz, bordado tradicional, patchwork, bolillos,...
¿Qué?, necesitas uno, ¿a que sí?. Cuéntamelo en los comentarios